miércoles, agosto 4

No sé qué decir...

Solo puedo preguntarme cómo se puede ser tan hijo de puta.
Solo puedo pensar en que estaria bien abrazarlo.


Un chico de 9 años manejó 20 km para buscar a su madre
(Ed. on-line del Diario Clarin del miércoles 04/08/07. Nota de Jorge Brisaboa)
(version resumida)

Eran las 3 de la madrugada y se subió a un Renault Kangoo. Comenzó a girar por las calles de Rufino, hasta que resolvió buscar la ruta nacional 33. [...] Tiene 9 años, vive pidiendo plata y duerme en las veredas del centro. Y esta vez salió manejando rumbo a un pueblo cercano, Amenábar, donde su madre ha formado otro hogar. Pero no pudo llegar, ya que a los veinte kilómetros mordió la banquina, cruzó la ruta y el vehículo quedó del otro lado con una rueda rota. Luego del accidente, el chico, dejó abandonado el vehículo y buscó llegar a casa de una familia que conocía para luego proseguir a pie hacia Amenábar. La Policía cree que iba en busca de su madre. [...]
El chico habría empezado a vivir en la calle hace poco más de un mes, presuntamente luego de haber sufrido agresiones de su padre.
El pibe ahora vive en las calles de la ciudad de Rufino, no quiere estar con su padre y su madre, aparentemente, lo rechaza. Tampoco está viviendo con su abuela paterna, como lo ha ordenado la justicia.
Se lo ve con facilidad, en cambio, en esta ciudad de 18mil habitantes pidiendo dinero de día y cobijándose generalmente en una galería por las noches.
Después de la insólita y accidentada aventura de la camioneta, el chico fue llevado a Venado Tuerto, donde quedó a disposición del juzgado de Menores. El juez Alejandro Prado y una asistente social se encontraron con él y le detectaron una "leve alteración psicológica", según aseguraron fuentes judiciales.
[...] Luego de que el chico denunciara agresiones reiteradas del padre, se decidió que fuera a Amenábar a vivir con su madre, que tiene 29 años y tres hijos de su nuevo matrimonio. Según declaraciones de los vecinos, esta orden tampoco se había cumplido. Aparentemente, ambos iban a la estación de ómnibus de Rufino. Luego ella volvía a su casa, y lo dejaba en la estación.Estos episodios fueron los que determinaron que la Justicia ordenara que el chico se quedara con su abuela paterna. Pero no hubo caso. El siguió en la calle, pidiendo comida, y durmiendo a la intemperie.
[..] La relación del chico con su padre, según vecinos, fue empeorando paulatinamente con el tiempo. El padre trabaja en un campo en la provincia de Buenos Aires, y retorna a Rufino los fines de semana, y sólo de vez en cuando. Mientras que su madre ha preferido dejarlo en la ciudad y no llevarlo a su pueblo.
El continúa viviendo actualmente en Rufino. En la calle.

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